miércoles, 16 de mayo de 2012

El antiguo Molino de Santa Clara

 En nuestra ciudad lo que me suele llamar mucho la antención es la pasividad de las autoridades en la preservación de nuestro patrimonio histórico; ya que  el tiempo corre y en nuestras  narices día a día observamos como se van deteriorando penosamente lugares tan emblemáticos como el que repasaremos hoy.
En esta oportunidad Barrios Altos vuelve a ser el lugar de nuestra historia.
                                                            
                              Molino de Santa clara en la actualidad. Foto: Anthony Valverde Victorio
                                                                                              
En el jirón Ancash,  existe una antigua edificación republicana, llamativa por su exquisita        arquitectura,  todo un emblema en la zona, declarada patrimonio cultural de la nación desde el 23 de Enero de 1973, una joya! sin dudas;  y que lamentablemente se encuentra muy deteriorada, se trata del molino de Santa Clara, ubicado en la plazuela del mismo nombre en el tradicional distrito de Barrios Altos. 
Su historia se remonta a mediados del siglo XVI (aprox. 1540). Por aquel entonces el paso del canal del río Huatica (anexo de nuestro querido río Rimac), provocó la construcción de varios molinos, fábricas de harina, y  de venta de pan.
El hospital de Santa Ana, que por ese entonces tenia posesión del molino, lo usaba para elaboración del pan para sus enfermos. Luego del paso por varios propietarios, a mediados del siglo XIX es comprado por los hermanos italianos Rainusso, por lo que la nueva construcción reflejaría la influencia italiana que recibió Lima en aquellas épocas. 

¿Cómo así los Rainusso llegaron al Perú? En 1845 llegó a nuestro país, el inmigrante italiano Luis Josué Rainusso junto a una fortuna que invirtió, acompañado de su hermano Elías, en una empresa. Decidió realizar varias ampliaciones y mejoras a un antiguo  molino que utilizaba al canal del río Huatica , frente a la plazuela de Santa Clara.

Las estatuas del molino:
Luis Rainusso decidió adornar la fachada de esta nueva construcción con 17 estatuas que representaban a intelectuales y artistas clásicos italianos, fueron 17  esculturas de mármol que representaban, en la parte baja, a Miguel Cervantes, Alejandro Volta, Andrea Doria, Rafael Sanzio, Dante Alighieri, Miguel Ángel, Maquiavelo, Víctor Alfieri y Galileo Galilei; en la parte superior estaban Víctor Manuel, Marco Polo y Diógenes; las otras cinco eran alegorías mitológicas.


                                  Molino de Santa Clara en los 30s-Colección Jorge Renjifo Fowler

Cuando don Luis murió, fueron  vendidas a Juan Levaggi quien las revendió a distintas personas de Lima. Hoy estas estatuas se encuentran repartidas por distintas zonas de Lima. Las estatuas de Galileo Galilei, Miguel Angel, Rafael Sanzio, Dante Alighieri, Miguel Cervantes y Víctor Alfieri fueron hechas en Florencia (Italia) por el escultor Casoni en 1865. En 1878, las estatuas fueron vendidas y dispersas alrededor de 1940. En la foto: Molino e Iglesia de Santa Clara en los años 30, archivo de la PUCP.

En el blog molinostaclara.blogspot.com se meciona:

"Logré un registro fotográfico de once de las 18 estatuas de la fachada original. La búsqueda fue larga pero dio como resultado encontrar estas estatuas en muy buen estado y custodiadas por instituciones: 4 en la Biblioteca Nacional, 4 en el Museo de Arte Italiano, 2 en los jardines del Museo Pedro de Osma. Existe una en el atrio de la iglesia del Cercado que está un tanto deteriorada. Los descendientes directos del señor Rainusso -italianos, pero preocupados por la historia del molino-, cuentan que las pequeñas estatuas que hoy adornan la plazuela del Cercado y la gran estatua que se encuentra en el hall del local del Beneficencia Pública, formaban parte de la colección que se encontraba en el interior del molino de Santa Clara".

              
             El Huatica, al fondo El Molino de Santa Clara.






Hoy es importante que se tomen acciones concretas para rescatar esta construcción. Muchas veces hemos lamentado la desaparición de nuestro patrimonio por la inacción de las autoridades, esperemos que el Molino de Santa Clara no sea otra raya más al tigre.

            La plazuela de Santa Clara en el entierro de Sanchez Cerro, se puede ver al  Molino de Santa Clara repleto de gente en sus instalaciones.



                          Interiores del Molino de Santa Clara.    Foto: molinostaclara.blogspot.com



                                              Un video de mi autoría sobre la historia de este molino.
                                          
                                                      
                                                      El Molino de Santa Clara en 1912


Fuentes: Blog del Molino de Santa Clara.
Blog de Juan Luis Orrego Penagos
                             

                 

           

sábado, 7 de abril de 2012

La Quinta del Prado, rincón histórico en Lima.

Existen  lugares  en los que  uno se puede dar cuenta de que el recuerdo nostálgico  de épocas pasadas permanece vivo; pudiéndose sentir todo ello a cada paso que se da, sobre todo cuando el lugar cuenta con una monumentalidad sorprendente, que se resiste a desaparecer. Hoy le daremos un vistazo a uno de esos lugares que abundan en nuestra querida Lima.

En la calle Huamalíes en los Barrios Altos, se encuentra una antigua quinta colonial, monumento nacional desde 1972, de la cual se dice fue refugio de los amoríos del virrey Amat y Micaela Villegas "La Perricholi", un lugar que, con la ayuda de la imaginación, nos transporta al siglo XVIII, a las bellas épocas limeñas que hoy lejanas se ven ya. El post de hoy se trata de la Quinta del Prado, maravillosa morada de antaño, que  desgraciadamente se encuentra tugurizada y en un estado de abandono muy penoso.

  Quinta del Prado 2012


                                                      Alrededores de la Quinta del Prado 
                                                             
Según Juan San Martín Vásquez en el libro ‘Edificaciones civiles y vida cotidiana en la Lima colonial’la Quinta del Prado fue construida en el año de 1762 como villa de recreo, en lo que por ese entonces eran las afueras de la ciudad , muchos sostienen que Amat estuvo al mando de su construcción, otros que sólo intervino en su diseño, la relación entre el conocido virrey y la quinta del Prado, se debe a que el historiador del arte Juan Manuel Ugarte Elespuru en su libro "Lima Incógnita" menciona que era "conocida la afición del virrey por la arquitectura y sus pretensiones como inspirador de varias fábricas que se levantaron bajo su dirección (…)”. Lo que sí es indiscutible es el afrancesamiento que prima en toda la construcción.
           
         Quinta del Prado en 1923, revista Variedades.




Quinta del Prado en 1923, revista Variedades.


                                     Quinta del Prado en 1923, revista Variedades. Diosa Pomona.

Según Jorge Bernales Ballesteros, “El interior fue totalmente afrancesado, pues los cielos rasos tenían pinturas mitológicas, columnas jónicas con capiteles dorados en la alcoba, jardín presidido por la diosa Pomona al lado de un surtidor, y un pequeño teatro con artesonado en forma de cabeza de serpientes, donde se representaban comedias ligeras para los íntimos del Virrey”.  



Quinta del Prado en 1923, revista Variedades. (Click para agrandar)


Quinta del Prado en 1923, revista Variedades. (Click para agrandar)


Manuel Ugarte Elespuru quien la calificó como "un rincón de amor" la visitó en 1975 y apuntaba: “Tiene este palacete campestre graciosa alzada y planta en forma de H, con los extremos delanteros cortos y terminados en ochavo (…) Construido sobre un terraplén, tal vez alguna antigua huaca, tiene ante la fachada principal una terraza con los restos de lo que debió ser vistosa escalinata de acceso (…) se dice estaba ornamentado con estatuas y macetones decorativos, muy a lo Versalles”, interiormente lucía´: “dos grandes estancias: el salón o cuadra para recibo y comedor, ocupan la parte central del palacete, comunicados por hermosas puertas, entre sí y al exterior. Del lado izquierdo (…) ¡un teatrín!, milagrosamente intacto, con su pequeño escenario, columnas y arco de bocaescena, y reducido ‘patio de butacas’ como para pocos espectadores”, “quedaban rastros de los senderos de lo que fueron los ‘parterre’ que seguramente se prolongaban en la anchurosa huerta, olorosa de frutas y de flores”. Y en el  año  de 1992, Ugarte también daba testimonio de que en uno de los aposentos de esta quinta lucía el blasón de Joseph Palmer, hidalgo español que fungía como secretario privado del virrey Amat. Se dice que fue habitante de la quinta en sus primeros años. Para sorpresa mía, este blasón aún existe!


Héctor Velarde, a su vez, nos dice: “Caminando una cuadra por el jirón Manuel Pardo se observa, a la derecha, restos ruinosos de una construcción. Se trata de la Quinta del Rincón del Prado, en cuyo interior quedan elementos arquitectónicos y motivos decorativos del siglo XVIII. Estos son del mayor interés por estar vinculados a la historia galante de la Perricholi y del Virrey Amat; éste era lugar de recreo para ellos. En él quedan pinturas, murales y algunos fragmentos del pequeño teatro al aire libre donde la célebre comediante actuaba para los íntimos del Virrey”. 

Hasta ahora a pesar de la tugurización y el olvido, esta quinta mantiene parte  sus pinturas murales de 250 años de antigüedad! y su hermoso oratorio, del cual se comenta que fue el oratorio de la Perricholi!

  El oratorio de la Quinta del Prado

Actualmente la Quinta del Prado es un tugurio decandente, ubicada en una zona peligrosa y lo poco que queda de lo que alguna vez fue, se encuentra en peligro de desaparecer por la inacción de las autoridades encargadas, urge que se haga algo para preservar esta joya virreinal, monumento nacional!, es una carrera contra el tiempo, que sólo se podrá ganar con determinación y actuando rápido. 


                                       Fotos de el presente:


                                                      Pinturas murales de la creación 


                                                               
                             



Un video de mi autoría sobre la Quinta:





                                                  Yo en la Quinta del Prado en el 2014
                                                 


Fuentes:
Blog de Juan Luis Orrego Penagos
Imágenes antiguas : skyscrapercity

AGRADECIMIENTOS: 

MARCO CERAS
COLBERTH TORRES
JOSÉ GUEVARA



viernes, 9 de marzo de 2012

La historia del antiguo Cercado de Indios de Santiago

La poca visitada zona del antiguo cercado de indios en los Barrios Altos (llegando al límite con El Agustino) es un rincón especial de nuestra ciudad. En ella se ubica una bonita plazuela de forma romboidal adornada con bellos trabajos en mármol. Una plazuela, dicho sea de paso, recientemente remodelada para el alivio de los vecinos, junto con sus exóticas esculturas. Cabe resaltar que la forma de dicha plazuela y la iglesia principal son testimonios fidedignos del pasado colonial de esta zona limeña, un pasado que vamos a desarrollar a continuación:

El Cercado de Indios de Santiago fue creado por iniciativa del gobernador Lope García de Castro, ya que según su testimonio, los indios sobrevivientes a la conquista vivían emborrachándose, mendigando o dedicándose a la hechicería, el padre Bérnabe Cobo nos retrata sus primeros años:

"El pueblo del Cercado es un barrio de esta ciudad en que viven 
solo indios, con su curato aparte, el cual si bien cuando se fundo
distaba de las últimas casas de la ciudad medio cuarto de legua.
Ahora con el crecimiento que ella ha tenido esta conjunto y pega-
do de la misma ciudad. El principio que tuvo este barrio fue este:
Como viese el Gobernador Lope Garcia de Castro que muchos in-
dios de los que se venian de sus repartimientos, yanaconas, y los
mitayos, que suelen venir per su jornal d eservir en las obras y he-
redades, andaban en esta ciudad y sus huertas y corrales sin doc-
trina, acordó de reducirlos y juntarlos en un lugar; y para este
efecto escogió un muy buen sitio, sano, de buenas tierras y mu-
cha agua, y a encargo de Diego de Porras Sagredo hiciese el edificio
del pueblo, y dio la doctrina de el d los Padres de la Compania de
Jesús, con benepldcito del Arzobispo D. Gerónimo de Loaiza. Aun
no estaba en la perfeccion que pedia esta obra cuando le sucediu
en el Gobierno h. Francisco de Toledo, el cual, como no menos ee-
loso del bien de los indios, juzgándola por muy necesaria y de
gran servicio de Dios, la llevó a cabo, dando de nuevo comision
para ello al Doctor Ouenca, Oidor de la Beal Audiencia, y al mis-
mo Diego de Porras, y ambos con gran cuidado acabaron de fun-
dar el pueblo, edificaron iglesia, plaza, casa de Cabildo y casas pa-
ra todos los indios del lugar, y lo hicieron cercar de paredes altas,
con sus puertas que se cerraban de noche para que españoles ni
negros, ni mestizos no les pudiesen molestar; lo cual todo se acabó
el año de mil quinientos setenta y el siguiente de setenta y uno."


El pueblo del cercado de indios en el plano de Pedro Nolasco, 1687



 El pueblo del Cercado de Indios de Santiago fue fundado el  veinticinco de Julio de 1571, según el padre Bérnabe Cobo, en el día mismo de la fundación del cercado, el cura  Alonso de Barzana dió un sermón en español y en  QUECHUA, y a dicha ceremonia acudieron el virrey y miembros de la real audiencia de Lima. El barrio contaba con treinta y cinco manzanas y varias huertas y más de doscientas casas. Una reducción de indios, quienes laboraban en Lima.

                                                Calle del Cercado en 1923, con muro al fondo.

Juan Luis Orrego menciona en su blog:

Antes de la construcción de la vieja muralla de Lima, ordenada por el virrey Duque de la Palata, a finales del siglo XVII, ya existía en la ciudad un barrio amurallado. El pueblo de Santiago tenía un muro de 3 metros de alto, que rodeaba la reducción. Tenía 3 puertas de acceso (una hacia el lado de Lima y dos hacia el campo del valle de Ate) y se construyó para vigilar y controlar mejor a los indios. En su interior, había una plaza en forma de rombo, donde estaba la iglesia, y calles rectas y alineadas a esta plaza. Las casas tenían una sola planta con una pequeña huerta.

                                                        Plazuela del Cercado en 1923.


Las puertas del Cercado.- Estaban ubicadas a la altura de las siguientes calles:

1. La puerta principal estaba entre las calles del Prado y Carmen Alto (actuales cuadras 11 y 13 del jirón Junín). Antiguamente estaba, en esta zona, la ermita de Nuestra Señora del Prado, propiedad del español Antonio Poblete, al parecer, origen del Monasterio del Prado, que fundara Ángela de Iriarte y Recalde, monja de la Encarnación. En este monetario, en un nicho del presbiterio, fue sepultado el corazón del arzobispo de Lima Pedro de Villagómez, fallecido en 1617. Por su lado, el Monasterio del Carmen fue levantado sobre terrenos rústicos bajo la autorización del rey Felipe IV, solicitada por el vecino Diego Mazuelo; se inauguró el 18 de diciembre de 1643. Su construcción se hizo gracias a la donación de 100 mil pesos que dio Catalina Doria, ilustre dama de la noble familia Doria de Italia. Hacia 1670, en este Monasterio se formó el Hospital de la Convalecencia de Nuestra Señora del Carmen. En una casa de la calle del Prado nació Felipe Pinglo Alva.

2. La segunda puerta estaba en la calle Carmen Bajo (actual cuadra 10 del jirón Junín). Aquí había corrales y viviendas modestas de indios y mulatos. El nombre de “Carmen Bajo” se usó desde fines del siglo XVII, aunque algunos la llamaban “Carmen Abajo” o “Bajada del Carmen”.

3. La tercera puerta del Cercado estaba a la altura de la calle Peña Horadada, también llamada “Cuadra tercera del Cercado” (actualmente cuadra 9 del jirón Junín). Hasta el siglo XVIII, solo había aquí tiendas de oficios mecánicos y aposentos de indios. 
                                               
                                                  Antigua imagen de la plazuela del Cercado.

                                                         Iglesia Santiago Apóstol en 1960.
                                                                           

  Plazuela del Cercado en 1972.

.                                                  Plazuela del cercado en la actualidad                  

La iglesia y las estatuas merecen un artículo aparte.

jueves, 1 de marzo de 2012

La Casa del Marqués de Montesclaros/ Mirador del Baratillo

Cruzando el viejo puente de piedra, cerca al jirón Trujillo en el distrito de el Rímac, se encuentra una antigua casa  que no puede pasar desapercibida; y aunque se encuentra poco atendida, tugurizada y en decadencia, aún podemos imaginar la  prestancia que tuvo en años pasados. Esta antigua casa posee además un curioso mirador con planta octogonal, "el mirador del Baratillo" dicen algunos amantes de la rica historia limeña.
Esta es su historia.
                       
Antes de hablar acerca la  casa del Marqués de Montesclaros, convendría mencionar la polémica al respecto, ya que se dice que pudo haber pertenecido a Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros (virrey del Perú), que mandó edificar la alameda de los descalzos, el puente de piedra y ordenó realizar el primer censo de Lima, o a Pedro Antonio Palacio de Azaña Maldonado y Ojeda (Conde de Monstesclaros de Sapán) , ya que Cesar Pacheco Velez en su libro "Memoria y Utopía de la Vieja Lima" se refiere a ella como  la Casa del Conde de Monstesclaros de Sapan.Además este titulo nobiliario fue otorgado en el Peru por el Rey Carlos III en 1766 al mismo Pedro Antonio.

También Guillermo Lohmann menciona en su libro "Los americanos en las órdenes nobiliarias (1529-1900)": Don Pedro Antonio de Hazaña Conde de Montesclaros de Sapan, de Lima.

La casa se ubica a unos pasos del jirón Trujillo y actualmente es ocupada por múltiples familias (destino de muchas otras casonas en el centro de Lima). La zona es un poco picante y hay que tener cierto criterio para elegir el momento de hacer una visita. Una vez llegado a este lugar, aquel mirador de antaño ofrece una agradable recompensa a todo aquel osado explorador urbano que se aventure hasta su ubicación.


                           

               La plazuela del Baratillo en la actualidad. (2014) Desde la casa de Montesclaros.



                                  La plazuela años atrás (desde la calle contigua al mercado)




La piedra que se encuentra en el zaguán de la casa  tiene tallado el año de 1804, lo que puede darnos indicios sobre las posteriores intervenciones y modificaciones en la misma, pues en nuestra ciudad los terremotos han hecho de las suyas desde hace mucho.
                                     
                                     La piedra con el año de 1804 . Foto: David Segura

La composición de esta vieja casa  presenta un zaguán y patio, que ha sido alterado, a la izquierda del cual se alza, en el tercer nivel de la casa, su joya,  el singular mirador de planta octogonal. Vale la pena mencionar que hasta hace poco, el mirador contaba en su punto más alto con un ángel trompetero, que ahora pertenece al grupo de "despojados de su lugar" de nuestra querida Lima.

                                                    



                        
                                   El mirador con su ángel trompetero. Foto de María Copaira


La fachada es simétrica, y presenta una modesta portada de dos cuerpos, cabe señalar que antes contaba con balcones de cajón, como lo demuestran fotos de antaño. En las dos esquinas del exterior presenta ochavos con columnas adosadas. 


                                           Ochavo con columna adosada. Foto: David Segura
                                    
                                                     
                                                 Cuando la casona aún tenía balcones.

Esta casa, como muchas otras en nuestra ciudad, corre peligro ante cualquier eventual movimiento sísmico. Es necesario que las autoridades responsables de velar por la preservación del patrimonio limeño tomen cartas en el asunto. El mirador del Baratillo y muchos sectores de la casa que lo alberga necesitan intervención profesional por el bien de la gente que vive allí, por el bien de los amantes de la historia de Lima y por el bien de la ciudad en general.




                                             Interior de la casa. Foto: María Copaira


Ojalá este tradicional rincón de la ciudad sea puesto en valor para la memoria de la ciudad.
Su calidad arquitectónica e histórica, lo amerita.
                                         

martes, 28 de febrero de 2012

Piedra Liza: Un barrio y un molino

Ubicado en el límite del Rímac y  San Juan de Lurigancho, Piedra Liza es un barrio que fue fundado allá por mediados del siglo pasado, por un grupo de personas pujantes que hoy ven luego de muchos años, con nostalgia, el mañana de su hogar.
                       
       Fundación de Piedra Liza. Foto: PiedraLiza.com


Antiguos pobladores   Foto: PiedraLiza.com 
                                                      
Antiguos pobladores   Foto: PiedraLiza.com 
                                                
                                         Típicas casas en Piedra Liza  Fotos: Anthony Valverde Victorio

                                                       
El molino de Piedra Liza:
El canal o acequia de Piedra Liza, nacía del río rimac, producto de una desviación cerca al actual límite de los distritos del Rímac y San Juan de Lurigancho, este canal durante la colonia proveía de agua a los molinos de  trigo como los de Otero y el de la casa de la Perricholi, a las curtiembres y a las huertas que encontraban en su curso. También a los Paseos  de los Descalzos y de Aguas, al Mercado de Baratillo, la Casa y Molino de la Quinta Presa, Guía, siguiendo su curso hacia chacras y haciendas del hoy distrito de San Martín de Porras  y del Callao.

      Acequia de Piedra Liza en el Rímac 1922

        Acequia de Piedra Liza camino a Lurigancho 1922

A pie del cerro San Cristóbal se edificó este molino, que aparece ya en planos de 1685, se encontraba ubicado muy cerca al puquial y toma principal del canal que descendía de San Juan de Lurigancho, luego conocido como "baños de Piedra Liza".

           Su aparición en un plano antiguo nos confirma su antigüedad
                                                    
                         Baños de Piedra Liza en las faldas del cerro San Cristóbal Foto: Variedades 1928



El Molino de Piedra Liza es del tipo llamado de Cubo, los cuales eran comunes en la España del siglo XVI. El molino de cubo deriva  de la antiguachimenea árabe o arubah. Son los árabes quienes lo llevarían a España en la Edad Media. La estructura de estos molinos la componen cuatro elementos fundamentales: la atarjea, el Cubo, la Sala de Piedras y la bóveda de Rodezno.
Uno de los últimos ocupantes del Molino de Piedra Liza es el español  Juan V. Peral, empresario molinero quien en 1887 lo arrienda.  En 1899 Peral crea la empresa  “Sociedad de Alumbrado Eléctrico y Fuerza Motriz de Piedra Liza” para electrificar el molino y vender energía. La central de Piedra Liza generaba 400 kW de potencia y suministraba electricidad, a través de su propia línea de transmisión  a una importante área del hoy l distrito del Rímac. En 1904  la Central  de Piedra Liza es absorbida por la Empresa Eléctrica de Santa Rosa. Actualmente el estado de los restos de este antiguo molino es pésimo, se encuentra abandonando y a pesar de que muchísimas personas pasan por ahí a diario, son muy pocos los que conocen su historia.

En la actualidad   Fotos: Anthony Valverde Victorio




                            
                    
                                                             
                                                                      Foto: Omar Jimenez


                                                         
Fuentes: Blog de David Segura: limaignota.blogspot.com
Imágenes antiguas: Skyscrapercity, forista Orrantino

viernes, 24 de febrero de 2012

Los imponentes restos de la muralla de Lima(Comandante Espinar y Puerto Arturo)

Lima fue amurallada a finales del siglo XVII, por el virrey Melchor de Navarra y Rocafull (Duque de la Palata), esta gran obra de ingeniería colonial sobrevivió en su totalidad hasta poco después de la segunda mitad del siglo XIX, cuando se mandó derribar en el gobierno de José Balta para aprovechar los nuevos terrenos, dejando crecer a la ciudad, ya que cada vez era más común la división de espacios dentro de la vieja Lima, que ya no se daba más abasto para seguir en ese estado.

 Plano de Lima, Pedro Nolasco, 1687.

Sin embargo, aún quedan restos de esta gran muralla, escondidos y en el olvido. En el límite de Barrios Altos y El Agustino se encuentra el baluarte Comandante Espinar, que está conformado por una base de piedras, adobe y ladrillos.

                                 Baluarte Comandante Espinar. Foto: Anthony Valverde Victorio.

                                 Baluarte Comandante Espinar. Foto: Anthony Valverde Victorio.
                                   
                                         Baluarte Comandante Espinar. Foto: Anthony Valverde Victorio.

  Imagen de patrimoniocap.gob.pe    

También tenemos al baluarte puerto arturo, que se encuentra escondido dentro de una antigua casona cercana al baluarte anteriormente mencionado y según testimonio de los vecinos de la zona, fue un alojamiento en tiempos coloniales. Con un poco de imaginación, el interesado que se aventure a conocer estos vestigios de la muralla puede darse cuenta de que en medio de todos esos techos se puede ver la forma que la muralla sigue hasta ahora, fiel a su trazado.

Baluarte Puerto Arturo 
                                                          Foto: Anthony Valverde Victorio.
                                             
                                                             Foto: Monografías.com
                                                       
 La antigua casa  que alberga parte de  los restos del baluarte Puerto Arturo:

Fotos: Anthony Valverde Victorio

El Baluarte Santa Lucía merece una mención aparte.