viernes, 9 de marzo de 2012

La historia del antiguo Cercado de Indios de Santiago

La poca visitada zona del antiguo cercado de indios en los Barrios Altos (llegando al límite con El Agustino) es un rincón especial de nuestra ciudad. En ella se ubica una bonita plazuela de forma romboidal adornada con bellos trabajos en mármol. Una plazuela, dicho sea de paso, recientemente remodelada para el alivio de los vecinos, junto con sus exóticas esculturas. Cabe resaltar que la forma de dicha plazuela y la iglesia principal son testimonios fidedignos del pasado colonial de esta zona limeña, un pasado que vamos a desarrollar a continuación:

El Cercado de Indios de Santiago fue creado por iniciativa del gobernador Lope García de Castro, ya que según su testimonio, los indios sobrevivientes a la conquista vivían emborrachándose, mendigando o dedicándose a la hechicería, el padre Bérnabe Cobo nos retrata sus primeros años:

"El pueblo del Cercado es un barrio de esta ciudad en que viven 
solo indios, con su curato aparte, el cual si bien cuando se fundo
distaba de las últimas casas de la ciudad medio cuarto de legua.
Ahora con el crecimiento que ella ha tenido esta conjunto y pega-
do de la misma ciudad. El principio que tuvo este barrio fue este:
Como viese el Gobernador Lope Garcia de Castro que muchos in-
dios de los que se venian de sus repartimientos, yanaconas, y los
mitayos, que suelen venir per su jornal d eservir en las obras y he-
redades, andaban en esta ciudad y sus huertas y corrales sin doc-
trina, acordó de reducirlos y juntarlos en un lugar; y para este
efecto escogió un muy buen sitio, sano, de buenas tierras y mu-
cha agua, y a encargo de Diego de Porras Sagredo hiciese el edificio
del pueblo, y dio la doctrina de el d los Padres de la Compania de
Jesús, con benepldcito del Arzobispo D. Gerónimo de Loaiza. Aun
no estaba en la perfeccion que pedia esta obra cuando le sucediu
en el Gobierno h. Francisco de Toledo, el cual, como no menos ee-
loso del bien de los indios, juzgándola por muy necesaria y de
gran servicio de Dios, la llevó a cabo, dando de nuevo comision
para ello al Doctor Ouenca, Oidor de la Beal Audiencia, y al mis-
mo Diego de Porras, y ambos con gran cuidado acabaron de fun-
dar el pueblo, edificaron iglesia, plaza, casa de Cabildo y casas pa-
ra todos los indios del lugar, y lo hicieron cercar de paredes altas,
con sus puertas que se cerraban de noche para que españoles ni
negros, ni mestizos no les pudiesen molestar; lo cual todo se acabó
el año de mil quinientos setenta y el siguiente de setenta y uno."


El pueblo del cercado de indios en el plano de Pedro Nolasco, 1687



 El pueblo del Cercado de Indios de Santiago fue fundado el  veinticinco de Julio de 1571, según el padre Bérnabe Cobo, en el día mismo de la fundación del cercado, el cura  Alonso de Barzana dió un sermón en español y en  QUECHUA, y a dicha ceremonia acudieron el virrey y miembros de la real audiencia de Lima. El barrio contaba con treinta y cinco manzanas y varias huertas y más de doscientas casas. Una reducción de indios, quienes laboraban en Lima.

                                                Calle del Cercado en 1923, con muro al fondo.

Juan Luis Orrego menciona en su blog:

Antes de la construcción de la vieja muralla de Lima, ordenada por el virrey Duque de la Palata, a finales del siglo XVII, ya existía en la ciudad un barrio amurallado. El pueblo de Santiago tenía un muro de 3 metros de alto, que rodeaba la reducción. Tenía 3 puertas de acceso (una hacia el lado de Lima y dos hacia el campo del valle de Ate) y se construyó para vigilar y controlar mejor a los indios. En su interior, había una plaza en forma de rombo, donde estaba la iglesia, y calles rectas y alineadas a esta plaza. Las casas tenían una sola planta con una pequeña huerta.

                                                        Plazuela del Cercado en 1923.


Las puertas del Cercado.- Estaban ubicadas a la altura de las siguientes calles:

1. La puerta principal estaba entre las calles del Prado y Carmen Alto (actuales cuadras 11 y 13 del jirón Junín). Antiguamente estaba, en esta zona, la ermita de Nuestra Señora del Prado, propiedad del español Antonio Poblete, al parecer, origen del Monasterio del Prado, que fundara Ángela de Iriarte y Recalde, monja de la Encarnación. En este monetario, en un nicho del presbiterio, fue sepultado el corazón del arzobispo de Lima Pedro de Villagómez, fallecido en 1617. Por su lado, el Monasterio del Carmen fue levantado sobre terrenos rústicos bajo la autorización del rey Felipe IV, solicitada por el vecino Diego Mazuelo; se inauguró el 18 de diciembre de 1643. Su construcción se hizo gracias a la donación de 100 mil pesos que dio Catalina Doria, ilustre dama de la noble familia Doria de Italia. Hacia 1670, en este Monasterio se formó el Hospital de la Convalecencia de Nuestra Señora del Carmen. En una casa de la calle del Prado nació Felipe Pinglo Alva.

2. La segunda puerta estaba en la calle Carmen Bajo (actual cuadra 10 del jirón Junín). Aquí había corrales y viviendas modestas de indios y mulatos. El nombre de “Carmen Bajo” se usó desde fines del siglo XVII, aunque algunos la llamaban “Carmen Abajo” o “Bajada del Carmen”.

3. La tercera puerta del Cercado estaba a la altura de la calle Peña Horadada, también llamada “Cuadra tercera del Cercado” (actualmente cuadra 9 del jirón Junín). Hasta el siglo XVIII, solo había aquí tiendas de oficios mecánicos y aposentos de indios. 
                                               
                                                  Antigua imagen de la plazuela del Cercado.

                                                         Iglesia Santiago Apóstol en 1960.
                                                                           

  Plazuela del Cercado en 1972.

.                                                  Plazuela del cercado en la actualidad                  

La iglesia y las estatuas merecen un artículo aparte.

jueves, 1 de marzo de 2012

La Casa del Marqués de Montesclaros/ Mirador del Baratillo

Cruzando el viejo puente de piedra, cerca al jirón Trujillo en el distrito de el Rímac, se encuentra una antigua casa  que no puede pasar desapercibida; y aunque se encuentra poco atendida, tugurizada y en decadencia, aún podemos imaginar la  prestancia que tuvo en años pasados. Esta antigua casa posee además un curioso mirador con planta octogonal, "el mirador del Baratillo" dicen algunos amantes de la rica historia limeña.
Esta es su historia.
                       
Antes de hablar acerca la  casa del Marqués de Montesclaros, convendría mencionar la polémica al respecto, ya que se dice que pudo haber pertenecido a Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros (virrey del Perú), que mandó edificar la alameda de los descalzos, el puente de piedra y ordenó realizar el primer censo de Lima, o a Pedro Antonio Palacio de Azaña Maldonado y Ojeda (Conde de Monstesclaros de Sapán) , ya que Cesar Pacheco Velez en su libro "Memoria y Utopía de la Vieja Lima" se refiere a ella como  la Casa del Conde de Monstesclaros de Sapan.Además este titulo nobiliario fue otorgado en el Peru por el Rey Carlos III en 1766 al mismo Pedro Antonio.

También Guillermo Lohmann menciona en su libro "Los americanos en las órdenes nobiliarias (1529-1900)": Don Pedro Antonio de Hazaña Conde de Montesclaros de Sapan, de Lima.

La casa se ubica a unos pasos del jirón Trujillo y actualmente es ocupada por múltiples familias (destino de muchas otras casonas en el centro de Lima). La zona es un poco picante y hay que tener cierto criterio para elegir el momento de hacer una visita. Una vez llegado a este lugar, aquel mirador de antaño ofrece una agradable recompensa a todo aquel osado explorador urbano que se aventure hasta su ubicación.


                           

               La plazuela del Baratillo en la actualidad. (2014) Desde la casa de Montesclaros.



                                  La plazuela años atrás (desde la calle contigua al mercado)




La piedra que se encuentra en el zaguán de la casa  tiene tallado el año de 1804, lo que puede darnos indicios sobre las posteriores intervenciones y modificaciones en la misma, pues en nuestra ciudad los terremotos han hecho de las suyas desde hace mucho.
                                     
                                     La piedra con el año de 1804 . Foto: David Segura

La composición de esta vieja casa  presenta un zaguán y patio, que ha sido alterado, a la izquierda del cual se alza, en el tercer nivel de la casa, su joya,  el singular mirador de planta octogonal. Vale la pena mencionar que hasta hace poco, el mirador contaba en su punto más alto con un ángel trompetero, que ahora pertenece al grupo de "despojados de su lugar" de nuestra querida Lima.

                                                    



                        
                                   El mirador con su ángel trompetero. Foto de María Copaira


La fachada es simétrica, y presenta una modesta portada de dos cuerpos, cabe señalar que antes contaba con balcones de cajón, como lo demuestran fotos de antaño. En las dos esquinas del exterior presenta ochavos con columnas adosadas. 


                                           Ochavo con columna adosada. Foto: David Segura
                                    
                                                     
                                                 Cuando la casona aún tenía balcones.

Esta casa, como muchas otras en nuestra ciudad, corre peligro ante cualquier eventual movimiento sísmico. Es necesario que las autoridades responsables de velar por la preservación del patrimonio limeño tomen cartas en el asunto. El mirador del Baratillo y muchos sectores de la casa que lo alberga necesitan intervención profesional por el bien de la gente que vive allí, por el bien de los amantes de la historia de Lima y por el bien de la ciudad en general.




                                             Interior de la casa. Foto: María Copaira


Ojalá este tradicional rincón de la ciudad sea puesto en valor para la memoria de la ciudad.
Su calidad arquitectónica e histórica, lo amerita.